4 Rodajas de congrio
2 Unidades de cebollas
4 Unidades de dientes de ajo de las pedroñeras
2 Vasos de vino blanco
1 Cda de harina
Pelamos y picamos bien las cebollas y los ajos de Las Pedroñeras.
Lo que tenemos que hacer antes de cocinarlas es lavarlas, secarlas y sazonarlas con sal y pimienta negra.
A continuación ponemos una sartén mediana (con aceite) a calentar a fuego fuerte. Llegó la hora de que las rodajas de congrio visiten la sartén. Las enharinamos y… ¡A freírlas! Reservamos.
Guardad el aceite en el que hemos cocinado el congrio, ya que servirá para rehogar la cebolla y los ajos. Ya sabéis, primero echamos la cebolla bien picada y cuando empieza a estar blanda añadimos los ajos, también bien picados. ¡Importante! Cuando las cebollas y los ajos están tiernos, añadimos una cuchararada sopera de harina y el perejil picado… La clave de la salsa verde.
Regamos los ingredientes de nuestra futura salsa con vino blanco y mantenemos al fuego hasta que se reduzca. Después añadimos un chorrito de agua. Ahora toca esperar a que termine de hacerse la salsa. Retiramos del fuego cuando la cebolla esté muy tierna.
¡Llegó la hora de que la salsa por fin conozca a su compañero en este viaje gastronómico, el congrio! Lo dicho. Introducimos las rodajas de este rico pescado en la salsa y dejamos cocer (a fuego suave) durante diez minutos. ¡Listo! Está para chuparse los dedos.
