Tres amigas están hablando de sus respectivos maridos:
La primera dice: "Pues chicas, resulta que el otro día acababa de hacer el amor con mi Paco y me dio por tocarle sus huevos... ¡Si vieran lo fríos que estaban!"
La segunda: "¡Claro! Como los pobrecitos se quedan fuera... A los de mi Mariano les pasa lo mismo."
La tercera: "¡Oich! ¿Qué me dicen? No tenía ni idea, pero ni idea... Bueno, esta noche lo compruebo y ya les contaré."
Al día siguiente se reúnen de nuevo y una viene hecha un cristo con un ojo morado:
"Pero, chica, ¿qué te ha pasado?"
"Pues resulta que ayer por la noche, después de hacer el amor con mi Bartolo, fui a comprobar lo de los huevos fríos y se me ocurrió decir: ¡Mira! ¡Como los de Paco y Mariano! ¡Y si vieran la que se armó!"