
Cómo hacer mermelada de kiwi, una conserva ideal para el verano
Una receta que pasará a ser una de tus favoritas durante los días de calor. Ésta, es perfecta para acompañar con unas tostadas en el desayuno o la merienda.
Si querés consumir algún dulce en esta época del año, lo mejor es que pongas manos a la obra y te animes a realizar esta mermelada de kiwi. Esta conserva de fruta es poco común y es preferible ponerle la menor cantidad de azúcar posible, ya que el kiwi es dulce y muy aromático.
Ingredientes:
Para 4 unidades Kiwis ligeramente maduros
1 kg Azúcar (más o menos, a gusto y según el dulzor de la fruta)
500 g Zumo de limón Agar 1 cucharadita (opcional)
Preparación:
Pelar los kiwis y trocearlos groseramente, colocándolos en una olla o cazuela lo suficientemente grande, procurando recoger todos los jugos que suelten.
Regar con el zumo de limón y cubrir con el azúcar.
Mezclar bien, tapar con un paño y dejar reposar como mínimo dos horas, o mejor aún toda la noche.
Colocar la cazuela al fuego y llevar a ebullición.
Dejar cocer a fuego lento, removiendo de vez en cuando. Retirar un poco de la espuma que pueda ir soltando.
Mientras tanto, preparar los tarros. Comprobar que estén intactos y con las tapas sin golpes o marcas de oxidación.
Lavarlos bien, secarlos y colocarlos en el horno a unos 180ºC. Hervir en agua las tapas.
Comprobar el punto de la mermelada hasta conseguir el espesor deseado.
Debe reducir bastante el líquido, y la fruta estar casi desecha.
Después de unos 45 minutos, habrá espesado lo suficiente.
Se puede conseguir la textura más típica de la mermelada añadiendo el agar-agar al final de la cocción.
hay que envasar con mucho cuidado, con los tarros aún calientes, llenándolos hasta el borde. Limpiar la rosca, cerrar bien y poner boca abajo. Cuando se enfríen, se hará el efecto vacío. Guardar en la heladera o esterilizar hirviéndolos en una olla cubiertos de agua para alargar la conservación.