Son dos catalanes que se encuentran en la calle.
Uno de ellos iba con su anciana madre.
¡Hombre, cuanto tiempo! ¿Qué es de tu vida?
Pues aquí estoy con mi madre, que la pobre se ha quedado sorda y
ciega...
¡Joder, que putada! ¿Y que la llevas ahora al médico?
No, no, voy a que la corten la luz y el teléfono.