Si tu portátil tiene problemas para conectarse a la red WiFi, estos ajustes en Windows pueden ayudarte a recuperar la conexión sin recurrir a reparaciones costosas ni formatear el equipo.
Perder la conexión WiFi en un portátil puede convertirse en un obstáculo serio, especialmente cuando todo parece estar en orden, pero no hay forma de volver a conectarse. En muchos casos, el fallo no está en el router ni en el operador, sino en una mala configuración interna del sistema.
Esto es más común de lo que parece, y la mayoría de las veces se soluciona con unos ajustes en Windows. Los portátiles dependen casi siempre de redes inalámbricas, por lo que una desconexión constante o la ausencia de señal limita el acceso a internet, interrumpe tareas esenciales y ralentiza el trabajo. Afortunadamente, no necesitas herramientas externas ni conocimientos avanzados.
En este artículo te explicamos cinco formas eficaces de recuperar la conexión WiFi en tu portátil con Windows paso a paso, además de por qué es clave actuar cuanto antes si no quieres que afecte a tu productividad o flujo de trabajo.
Ajustes para solucionar problemas con la conexión WiFi de tu ordenador portátil
Comprueba si el WiFi está activado o deshabilitado: A veces el origen del fallo es tan simple como haber desactivado el WiFi por accidente. Algunos portátiles tienen una tecla dedicada para activar o desactivar la conexión inalámbrica, y es fácil tocarla sin darte cuenta. O puede que esté deshabilitado desde la configuración de Windows. Para verificarlo, entra en Configuración > Red e Internet > WiFi y verifica que está activo.
Actualiza los drivers del adaptador de red, o reinstálalos si fallan: Los controladores son esenciales para que el sistema reconozca el adaptador WiFi. Si están desactualizados, corrompidos o no son compatibles con una actualización reciente, pueden dejar de funcionar. Abre el Administrador de dispositivos, localiza el adaptador en Adaptadores de red, y selecciona Actualizar controlador. Si el fallo persiste, desinstálalo desde el mismo panel y reinicia el equipo.
Desinstala la última actualización: Algunas actualizaciones automáticas de Windows generan problemas con determinados dispositivos. Si notaste que el WiFi falló justo después de actualizar el sistema, puede que la causa esté ahí. Accede a Configuración > Windows Update > Historial de actualizaciones y elimina la más reciente. Tras reiniciar, comprueba si el adaptador vuelve a funcionar con normalidad. En muchos casos, esto basta para recuperar la conectividad.
Descarta un fallo físico con una distribución Linux Live: Si tras probar todo lo anterior el WiFi sigue sin funcionar, es momento de comprobar si el adaptador está dañado. Puedes hacerlo sin tocar tu instalación de Windows usando una distribución Linux Live, que se ejecuta desde un USB sin instalar nada en el disco. Si Linux detecta el adaptador y te permite navegar, el problema está claro: Windows está mal configurado. Si tampoco funciona en Linux, probablemente sea un fallo de hardware.
Restablece la configuración de red: Cuando varias configuraciones entran en conflicto, lo mejor es restaurar todo a su estado original. Windows permite hacerlo desde Configuración > Red e Internet > Configuración avanzada > Restablecimiento de red. Esta opción borra todos los perfiles guardados y reinstala los componentes de red. Es como empezar de cero, pero sin afectar a tus archivos. Es especialmente útil cuando la conexión funcionaba bien y dejó de hacerlo sin razón aparente.
Más allá de corregir errores, hay formas de hacer que la conexión WiFi sea más estable. Puedes desactivar funciones de ahorro de energía que afectan al rendimiento del adaptador, cambiar el perfil de red, olvidar redes problemáticas o incluso activar el modo avión durante unos segundos para forzar una reconexión más limpia.
Son pequeños ajustes que muchas veces mejoran la señal, sobre todo en entornos con muchas redes cercanas. Si tu portátil permite priorizar conexiones o configurar parámetros avanzados del adaptador, explora esas opciones desde el Administrador de dispositivos o desde el Panel de Control. No es necesario ser técnico para aplicarlos, y marcan la diferencia en el día a día.
Cuando el ordenador deja de conectarse al WiFi, lo último que necesitas es complicarte con soluciones drásticas. Antes de pensar en cambiar el adaptador o formatear el equipo, comprueba estos pasos. En la mayoría de los casos, el problema es menor y se resuelve ajustando unas cuantas opciones, no te llevará mucho tiempo.
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